Intentó desnudarse por completo, pero no logró soltar el nudo que tenía en la garganta.

martes, 4 de marzo de 2014

Medio o nada

Siempre he pensado que en nuestros burdos intentos de llegar a ser quien queremos ser, perdemos la parte de nosotros que nos hace ser quienes somos. Y así nos pasa con el amor... En nuestro afán de completar a alguien, y sentir que necesitamos que nos completen, perdemos una parte de nosotros mismos; justo esa que nos hace independientes y autosuficientes. Y es que nos tienen tan acostumbrados a la historia de la media naranja, que a veces se nos olvida que hay naranjas enteras! y que hay personas que necesitan sentirse íntegras por ellas mismas antes de convertirse en un binomio. Parece asombroso, pero, mujeres del mundo: hay otras mujeres que abren solas sus botes de tomate! que cuelgan cuadros y atornillan estanterías!Y la cosa no queda aquí, hombres de la tierra: hay otros hombres que almidonan sus camisas, hacen tartas y saben dónde buscar las cosas que no encuentran!
Quiero decir que los tópicos no están ahí para cumplirlos; que la media está bien, pero es la desviación típica la que da vidilla a la vida. Y que el mundo está lleno de gente buscando enamorarse como solución a sus problemas, como si a veces conseguirlo no fuera el principio de un problema aún mayor, como si la soledad fuera simplemente estar solo, y no significase estar vacío.
Por eso busca tus soluciones, complétate con aquello que te haga prosperar, crea versiones de ti mismo y no dejes de asegurarte de que cada una es mejor que la anterior, pero sobretodo, no olvides que el primer amor, siempre debe ser el amor propio.