Que alguien te haga sentir cosas sin ponerte un dedo encima, eso es admirable.
Aunque solo por esta noche, y si me lo permites, déjame crecer desde tus pies a la sonrisa, abrazarte hasta el punto de darnos la espalda, déjame tocar como si mañana lo fueran a prohibir, sobredosis de caricias antes de dormir. Y podremos seguir siendo aquellos que por un instante se conocieron completamente. Qué equivocados estábamos: aún no nos conocíamos con los ojos cerrados.
Baja la luz, sube el calor, búscame en los centímetros de este colchón; sube la luz, va saliendo el sol, ya se encargará él de bajar el telón. Y ahora... Ahora puede que sea hora de dormir; aunque si me das a elegir... siempre es dulce el insomnio si me desvelo sobre ti.
Precioso........
ResponderEliminar