Cierra la puerta y deja fuera tu ausencia, que aquí estamos tú y yo: cara a cara, mano a mano, y esta vez puede quedar más de uno.
Ven, pero no dejes que a tu paso suene ninguna canción, que será muy duro que me devuelva a este momento una vez todo acabe... Y es que no tenemos más que las ganas, pero el vals se baila pegado y las risas suenan mejor en directo, está claro.
No te preocupes por el tiempo, lo tengo todo controlado: mañana seguiré aquí, aunque puede que ya no estés para comprobarlo...
Mientras tanto acércate y ven conmigo, yo te llevo. Tú sólo sigue el ritmo.
Lo cierto es que, no te lo he dicho pero "me encantó bailar contigo".
Intentó desnudarse por completo, pero no logró soltar el nudo que tenía en la garganta.
miércoles, 26 de septiembre de 2012
jueves, 20 de septiembre de 2012
Summercat
Puse la vista atrás por un instante y vi alejarse de la mano los amaneceres en la playa y las noches de orquesta. Como la soledad no les gustaba también se llevaban consigo las siestas al sol y los baños entre olas. Tras ellos, con paso firme les seguía la brisa que trae el norte y los intentos fallidos de volar cometas; las cervezas frías y la ropa cálida; los planes que no llegamos a cumplir, y la satisfacción de los que sí que llevamos a cabo.
Les vi marcharse entre nostalgia y alegría. Debía darles las gracias a todos ellos por haberme hecho tan feliz estos tres meses, consciente de que todas las etapas terminan por ser cerradas, y de que todo lo que empieza acaba. Debo agradecerlo y así lo hago, pero no puedo evitar caer en la parte de mí que no se conforma y pide un poco más de esto ("ya sabes que la luna a mí siempre me sabe a poco"). Esa parte necesita vivir un rato más aquí antes de volver al mundo real. Antes de que el invierno me obligue a emigrar un poquito más al sur.
Ese pequeño instante fue más que suficiente para entender que las cosas son así porque no pueden ser de otra manera ("el verano acabó, el otoño durará lo que tarde en llegar el invierno").
Me queda pensar que mientras les veía alejarse pude ver como me hacían un guiño, recordándome que el cajón donde permanecerán mientras caigan las hojas, se cubran de nieve, y florezcan los arboles nuevamente, se abrirá de nuevo dentro de nueve meses en busca de grandes días bajo grandes soles, y bonitas noches bajo preciosas lunas.
Volverán a por mí, a por nosotros, a rescatarnos de los abrigos como cada año. Lo he pensado, y es que, hoy más que nunca he caído en la cuenta de que "no quedan días de verano".
Les vi marcharse entre nostalgia y alegría. Debía darles las gracias a todos ellos por haberme hecho tan feliz estos tres meses, consciente de que todas las etapas terminan por ser cerradas, y de que todo lo que empieza acaba. Debo agradecerlo y así lo hago, pero no puedo evitar caer en la parte de mí que no se conforma y pide un poco más de esto ("ya sabes que la luna a mí siempre me sabe a poco"). Esa parte necesita vivir un rato más aquí antes de volver al mundo real. Antes de que el invierno me obligue a emigrar un poquito más al sur.
Ese pequeño instante fue más que suficiente para entender que las cosas son así porque no pueden ser de otra manera ("el verano acabó, el otoño durará lo que tarde en llegar el invierno").
Me queda pensar que mientras les veía alejarse pude ver como me hacían un guiño, recordándome que el cajón donde permanecerán mientras caigan las hojas, se cubran de nieve, y florezcan los arboles nuevamente, se abrirá de nuevo dentro de nueve meses en busca de grandes días bajo grandes soles, y bonitas noches bajo preciosas lunas.
Volverán a por mí, a por nosotros, a rescatarnos de los abrigos como cada año. Lo he pensado, y es que, hoy más que nunca he caído en la cuenta de que "no quedan días de verano".
martes, 18 de septiembre de 2012
Hoy tu risa fue espectáculo
Sentí tu esqueleto susurrándome que me quisiste cada día. Que rompimos las barreras del sonido comiéndonos la boca; diciendo que el futuro solamente podría convertirse en nuestra suerte.
Y rompimos las barreras del futuro besándonos la cara, sabiendo que mañana solamente querremos distanciarnos de la gente...
Sí. Eres espectáculo, y tú ni siquiera lo llegas a notar...
Y rompimos las barreras del futuro besándonos la cara, sabiendo que mañana solamente querremos distanciarnos de la gente...
Sí. Eres espectáculo, y tú ni siquiera lo llegas a notar...
lunes, 17 de septiembre de 2012
Los amantes del círculo polar
- Todo caduca con el tiempo. El amor también. La gasolina del coche, por ejemplo: si olvidas que se va a acabar te dejará tirado en medio del campo.
- Yo te voy a querer siempre, y si se acaba la gasolina... Me muero.
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