Intentó desnudarse por completo, pero no logró soltar el nudo que tenía en la garganta.

miércoles, 27 de junio de 2012

Donde estés

Una vez que conseguimos querernos a nosotros mismos, y logramos sentir que no necesitamos a nadie para mantenernos, nos asalta la duda de ¿qué pasaría si...? Es ahí cuando sin querer, o queriendo, comienza la búsqueda...
Buscamos a alguien que consiga que todo lo demás se desvanezca; que se pare el tiempo al dar con él, y que después avance mucho más rápido para recuperar lo perdido. Los fuegos artificiales, el aumento de la tasa cardíaca, el reencuentro que nos devuelve la vida.
Buscamos ser conscientes de todos y cada uno de sus defectos y , aún con ello, enamorarnos más.
Buscamos el "pero te quiero", el "vete" y el "lo siento, perdóname". Que nos arrastren a hacer cosas que juramos no hacer, y no encontrar el motivo ni el por qué.
Que no amanezca si el sol no sale tras su espalda...
Buscamos a la persona indicada: la que llegue y nos haga entender por qué no funcionó con ninguno antes.
Las pilas de nuestro control remoto.
Buscamos a alguien a quien no encontraremos hasta que no dejemos de buscar. Y así es mucho mejor. Alguien que no nos busca, pero que llegado el momento sabrá que nos ha encontrado. Alguien que con un punto de apoyo hará girar nuestro pequeño mundo...
Buscamos a ese alguien; y cuando lo hemos encontrado, permanecemos a su lado... Porque cuando te das cuenta de que quieres pasar el resto de tu vida con alguien, deseas que el resto de tu vida empiece lo antes posible.

viernes, 15 de junio de 2012

SexNY

Tal vez algunas mujeres no están hechas para ser domadas. Tal vez solo tienen que correr libremente hasta que encuentran a alguien tan salvaje para correr con ellas.

Someday



martes, 12 de junio de 2012

El todo y sus partes

Les vi como se miraban... Pasaban las horas juntos y lo mejor era que no necesitaban ni hablar para llenar ese silencio, porque sus respiraciones acompasadas invadían todo el espacio.
Se clavaban fijamente los ojos del uno en los del otro, y prolongaban todo lo que podían sus miradas hasta que irremediablemente morían en un pestañeo. Y vuelta a empezar.
Se besaban entre risas. Se querían.

Unos años después volví a verles. Caminaban deprisa mientras discutían sobre quién tenía la culpa de llegar tarde.
Él la recriminaba que hubiera pasado tanto tiempo maquillándose, mientras ella... en fin, ni con esas lograba que su cara pareciese feliz.
Ya no se sonreían, respiraban a distinto ritmo, y no eran sus pestañeos los que detenían sus miradas, sino ellos mismos quienes se giraban la cara.

Se les acabó el amor, de tanto usarlo.
Es curioso, siempre pensé que dividirlo entre dos, lo multiplicaba.. Supongo que el problema es destinar amor a distintas partes de la relación y no ocuparte de cuidarlas.
Como cuando vuelcas un poquito en el primer beso, y dejas de intentar que cada beso sea el primero. Ahí pierdes amor.
O como cuando decides que el amor es comprensión, y destinas otro poquito a ello... y un día ya no te preocupas por intentar entender el por qué de sus lágrimas. Ahí pierdes amor.
Como si apuestas por la confianza, y a la vuelta de la esquina una noche decides que tus besos tienen más de una dueña. Ahí, amigo, pierdes amor.

Vas prescindiendo poquito a poquito de partes, sin pensar que esas partes forman el todo, y cuando has perdido ese todo... ¿Cómo recuperarlo?

domingo, 10 de junio de 2012

El Rubio de Cudaña

(...)
Mi abuelo tenía un don, y era conseguir no dejar indiferente a nadie. A lo largo de los años nos sorprendió con planes que a primera vista parecían una locura, pero que de vez en cuando daban resultado; nos explicó miles de proyectos que había en su cabeza, siempre con esos gestos y esa calma que le caracterizaba. Estuvo ahí cuando se le necesitó. Nos enseñó a ser valientes, a no dejarnos guiar por el camino marcado, a abrir el nuestro propio. A no “arrugarnos”, como solía decir; a levantarnos de las caídas y siempre con la cabeza alta.
Él hacía que lo difícil pareciese fácil, y sólo necesitaba dos componentes para ello: una semilla y mucha confianza. Sembraba y confiaba en que daría resultado: desde el maíz en la tierra hasta nuestras metas más personales. Confiaba y así nos hacía creer. "Todo crece si confías". Ayer nos dejó, y hoy, 8 de junio, la cosecha de Cudaña ha empezado a brotar.

(...)
Es difícil decirle adiós a alguien a quien quieres tanto, pero saber que el balance de su vida le resultó positivo, hace que duela un poco menos… Hoy despedimos una parte de él aun sabiendo que nunca se irá por completo: deja sus ojos azules en muchos de nosotros, y cada vez que los veamos, veremos un trocito de él; siempre que sople el viento de Dovanea traerá consigo una parte de “el rubio”; en cada partida de cartas o en cada feria de vacas; en cada momento en que nos sintamos felices, un pedazo de él estará en nuestra sonrisa…

Las personas nunca mueren mientras no se las olvida.

-Siempre aquí, siempre con nosotros, siempre en nuestra mente-



martes, 5 de junio de 2012

Gente y más gente...

He conocido a mucha gente a lo largo de los años. Entre ellos estaban mis más viejos amigos, y los últimos. Gente que nunca acabé de conocer y gente que con una sola mirada se descubre por completo. He conocido gente que quiere a otra gente, pero nunca se lo dirá. Gente que grita a los cuatro vientos su amor por alguien, aún cuando ese alguien no está preparado para oírlo. Gente que escala montañas por dinero, pero no es capaz de ceder en cuestiones de orgullo. Gente que ni en sueños se atreve a ir tras lo que quiere, haciendo de su vida una pesadilla...
Conozco gente que le da más importancia a la flecha del enemigo que al abrazo del amigo; y gente que es capaz de besar en la boca a quien le hace infeliz día a día. Gente que persigue gente, y la suelta cuando ya está atrapada; y gente que hace de su vida sentimental una carrera de retos personales.
Sé de gente que permanecerá ligada a otra gente, y gente que nunca ligará.
Gente que se gasta el dinero en alcohol sólo por, durante unas horas, ser la persona desinhibida que querría ser, y gente que nunca aprenderá que a nadie le gusta la cerveza, hasta que te has tomado tres.
Veo gente todos los días, en todas partes. Gente que no se parece en nada pero que tiene mucho en común con el resto de gente, y es que nadie de entre toda esa gente puede hacerte daño si tú no se lo permites. Impactarán sobre ti, te harán sonreír en el mejor de los casos, y sacarán lo peor que tienes en otros, pero no es a esa gente a quien debes temer.
Teme de ti, porque nunca recibirás una decepción mayor que la tengas contigo mismo, y jamás el amor de alguien te hará más feliz que el tuyo propio...

domingo, 3 de junio de 2012

Buenos días, princesa

Amanecía como una mañana cualquiera. El sol entraba entre las rendijas de la persiana y poco a poco iba iluminando todo lo que podía de aquella pequeña habitación. Me giré y ahí estabas, dormida. Habría jurado que el mundo se paraba cada vez que tú dormías; tan natural que ni el maquillaje habría mejorado esa imagen, tan tranquila que tu simple respiración sumiría en duermevela a un ejercito entero; tan bonita que no encuentro palabras para acabar esta frase...
Llevabas un pijama blanco y el pelo alborotado se posaba suavemente sobre tu cara. La sabana te tapaba casi por completo, dejando fuera un pie, como a ti te gusta... Entonces tu respiración cambió, y empezaste a abrir los ojos; me miraste y sonreíste. Una mueca sencilla pero sincera, y fue ahí, justo en ese instante, cuando me di cuenta de que no quiero perderme esa imagen de verte volver a la vida cada día...