Otra vez es domingo. No sé que es exactamente lo que tienen pero, como poco, magnetismo romántico. Seguramente será una tontería, no se. Sólo sé que es el día de la semana en que más echo de menos tener a alguien cerca, el día en que más pienso y que más recuerdos me provoca. Algunos buenos, otros no tanto...
Justamente este domingo ha tenido algo distinto: sin querer he leído en alto un "te quiero mucho", y me he dado cuenta de que hace demasiado tiempo que no lo digo. No es que no tenga a quien decirlo, ya que por suerte me sobran personas a quien querer, sino que ese "te quiero mucho" que ya no utilizo no es el que se usa con una madre, o una amiga. Ese "te quiero mucho" es el "te quiero mucho" por excelencia; el de los domingos al despertar después de un abrazo, el de los domingos por la tarde en el momento menos pensado, el de los domingos por la noche justo antes de dormir.. ese y sólo ese "te quiero mucho" es al que me refiero.
A menudo nos quedamos en los problemas superficiales y olvidamos lo realmente bonito que es querer a alguien que, a la vez, te quiere a ti. La auténtica magia de los te quiero verdaderos, que pueden incluso salvarnos la vida.
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