Para empezar debo admitir que, muchas más veces de las que me gustaría, soy complicada, complicadísima incluso. Admito que paso más tiempo haciendo planes que llevándolos a cabo, que solo en raras ocasiones termino lo que empiezo y que más de mil veces he intentado que la gente entienda mi mirada antes que hablar claro. Puedo pasar un hora llorando sin ningun motivo en especial, y eso no quiere decir que esté triste.
No me gusta la oscuridad absoluta y mucho menos combinada con el completo silencio, y solo podría soportarlo teniendo a alguien justo al lado.
Mi libro favorito se titula "Las cosas que no nos dijímos", y es curioso, porque pienso que después de todo nadie logra sincerarse totalmente, y siempre queda algo por decir... Prefiero las baladas, la playa y la noche, y seguramente podría llegar a matar por unas horas con las tres a la vez. Las mañanas despierta sin salir de la cama y las peliculas de manta y chimenea. Todo ello en buena compañía.
A fin de cuentas no es tan dificil para mi conseguir un momento de felicidad absoluta. Incluso sin nada de lo anterior.
A veces, los instantes más felices duran el tiempo exacto que se tarda en recibir un abrazo de alguien a quien has echado de menos...
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